miércoles, 4 de diciembre de 2013

Volviendo a la infancia durante un largo día..

Llegó el día, un 27 de noviembre, un día difícil de no recordar, un día en el que la gente me miraba raro o se paraban a mirarme como diciendo ‘¿esta de qué va?’, pero todo esto fue porque nuestro querido profesor de filosofía, nos propuso ha hacer una actividad en la que nos teníamos que disfrazar para saber como te sentías al ser completamente diferente a los demás.

En cuanto me desperté y me puse el disfraz, al mirarme al espejo me dije, ‘todo sea por aprobar filosofía’, así que salí a la calle con toda mi vergüenza, y al llegar al instituto, todo el mundo mirándome, había gente hasta que se reía de mi, de mis pintas, pero a lo largo del día, ya me daba igual, me acostumbré a llevarlo puesto, hasta yo me reía de mi, pero estaba cómoda, había veces que ni me acordaba de que lo llevaba puesto.

Al principio, me daba muchísimo corte, ya que yo soy una de las primeras que llega al instituto, y cuando la gente entraba y me miraba, intentaba disimular o ponerme de alguna forma para que no me viesen, era como si no quisiera que me viesen, como si estuviese avergonzada de mi misma, y la verdad que así era. Algo me invadía diciéndome que me escondiese, que evitara el contacto visual con cualquier persona, pero a su vez, mi cerebro me decía me revelase, que saliese al exterior, que pasara de que si la gente me miraba o se reía de mi, que fuera yo misma, sin nada que me impidiese serlo.

Pasaba el tiempo, y cada vez le daba menos importancia a lo que me dijesen los demás, pero lo peor fue cuando tuve que hacer el examen de matemáticas, hasta mi profesor, se rió de mi, imagínate mi cara cuando me gasto una broma…
En la experiencia que he tenido, la verdad que yo no me negaría a repetir esta actividad, y ya no tengo en la cabeza eso de que sea ‘todo por aprobar filosofía’, todo lo contrario, lo podría repetir una y otra vez, fue una actividad que me encantó y que la podría recomendar a cualquier persona que tenga vergüenza extrema, como me pasaba a mi, me ha servido muchísimo, pero a la vez he aprendido que no te tiene que importar lo que digan o piensen de ti, porque mientras seas tú y estés a gusto contigo mismo, nada te va a importar, porque todos somos diferentes pero a la vez iguales, nadie tiene porque criticarte, no tiene motivos, tu eres como eres, y a quién no le guste, se va a tener que aguantar.
Aquí os dejo una frase para reflexionar: ‘todos somos únicos, intentan criticarte, pero lo único que quieren es intentar superarte’.