Llegó el día, un 27 de noviembre, un día difícil de
no recordar, un día en el que la gente me miraba raro o se paraban a mirarme
como diciendo ‘¿esta de qué va?’, pero todo esto fue porque nuestro querido
profesor de filosofía, nos propuso ha hacer una actividad en la que nos
teníamos que disfrazar para saber como te sentías al ser completamente
diferente a los demás.
En cuanto me desperté y me puse el disfraz, al
mirarme al espejo me dije, ‘todo sea por aprobar filosofía’, así que salí a la
calle con toda mi vergüenza, y al llegar al instituto, todo el mundo mirándome,
había gente hasta que se reía de mi, de mis pintas, pero a lo largo del día, ya
me daba igual, me acostumbré a llevarlo puesto, hasta yo me reía de mi, pero
estaba cómoda, había veces que ni me acordaba de que lo llevaba puesto.
Al principio, me daba muchísimo
corte, ya que yo soy una de las primeras que llega al instituto, y cuando la
gente entraba y me miraba, intentaba disimular o ponerme de alguna forma para
que no me viesen, era como si no quisiera que me viesen, como si estuviese
avergonzada de mi misma, y la verdad que así era. Algo me invadía diciéndome
que me escondiese, que evitara el contacto visual con cualquier persona, pero a
su vez, mi cerebro me decía me revelase, que saliese al exterior, que pasara de
que si la gente me miraba o se reía de mi, que fuera yo misma, sin nada que me
impidiese serlo.
Pasaba el tiempo, y cada vez le
daba menos importancia a lo que me dijesen los demás, pero lo peor fue cuando
tuve que hacer el examen de matemáticas, hasta mi profesor, se rió de mi,
imagínate mi cara cuando me gasto una broma…
En la experiencia que he tenido,
la verdad que yo no me negaría a repetir esta actividad, y ya no tengo en la
cabeza eso de que sea ‘todo por aprobar filosofía’, todo lo contrario, lo
podría repetir una y otra vez, fue una actividad que me encantó y que la podría
recomendar a cualquier persona que tenga vergüenza extrema,
como me pasaba a mi, me ha servido muchísimo, pero a la vez he
aprendido que no te tiene que importar lo que digan o piensen de ti, porque
mientras seas tú y estés a gusto contigo mismo, nada te va a importar, porque
todos somos diferentes pero a la vez iguales, nadie tiene porque criticarte, no
tiene motivos, tu eres como eres, y a quién no le guste, se va a tener que
aguantar.
Aquí os dejo una frase para
reflexionar: ‘todos somos únicos, intentan criticarte, pero lo único que
quieren es intentar superarte’.